Cádiz, ciudad de Torres y torreones; Tavira, La Bella Escondida, Las Cuatro Torres, la de Puntales, el torreón de Puertatierra y las nuevas torretas.
La de Puntales, de la que tuve referencia en Cartagena cuando me comunicaron el destino al Mando Anfibio. “Eso está entrando en Cádiz a mano derecha, ya veréis una torre con unos cables”, nos espetó don Juan Moreno en el C.I.A.F. y corría el años 1974; efectivamente allí estaba la torre y allí sigue.
La nuevas torretas de Cádiz, son doscientas, tal cual, doscientas; que nuestro consistorio instala en al Avenida, para soportar las iluminaciones extraordinarias, ahora de navidad y después las de carnaval. Torretas que desconozco si pasarán a formarán parte por siempre de la fisonomía de la avenida o su permanencia será efímera.
Por mucho de pon y después quita que sean, los seis meses con nosotros no se los quita nadie. Aún no he oído ni leído nada en contra de ellas, pero a mi, personalmente no me agradan.
No me agradan por antiestéticas, porque aumenta el problema para acceder a los vehículos – ya lo hay con los parterres – además, las considero sostén de extravagancias. Ahora soportarán los exórnos navideños, que serán cien, con una potencia 3000 vatios cada uno; casi nada, es decir una considerable aportación de la ciudad de Cádiz, en materia de contaminación lumínica y un incremento del consumo de energía eléctrica, en esta la ciudad el déficit cero y encima a partir del día 1 de diciembre.
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