9 de enero de 2009

Lo exótico.


Manifestaciones contra el Gobierno Andaluz, como solución a la crisis y pérdida de empleo. Exótico.
Asumir una deuda de 43 millones de euros, la mayor parte de unos presupuestos municipales, para la supuesta generación de 20 empleos y con destino a una entidad privada como solución a la crisis. Exótico.
La presentación de proyectos y planes de ordenación urbanam por fascículos, sin conocerse el número total de los mismos. Exótico.
Anunciar el inicio de obras - que se eternizan - y que nunca se comienzan, aparcamientos para una ciudad en la que la circulación se hace imposible y nada por hacerla una ciudad confortable para el peatón. Exótico.
Unos adornos navideños, que al estar pensados para que permanezcan durante casi cinco meses en la calle, parecen de todo menos eso, adornos navideños - la caída de la hoja, siempre representó el otoño-. Exótico.
La calificación de exótica la elección de un señor, por ser de color. Aquí, hace años, también se eligió exóticamente, por color de pelo. Exótico.
Justificar la falta de respeto, por la vehemencia en la exposición de razonamientos, cuando esto se hace, se llega a perder la razón - si se tiene - . Lo que si es cierto que la vehemencia no es aceptada en cierto estamentos, en el político, no lo debería estar. Tiene tratamiento, psiquiátrico, psicológico. Exótico.
Exótico:
1. Extranjera/o, peregrino/a, especialmente si procede de un país lejano.
2. Extraño, chocante, extravagante.
En definitiva, la segunda acepción, parece ser la que le viene como anillo al dedo, a la gestión, ideas y proyectos, que la derecha viene presentado en este país.

Cádiz, trimilenaria ¿Por paciencia?

La ciudad más antigua de occidente, de la que todos/as se enamoran, pero a veces tanto amor, no deja ver como algunos/as la maltratan.