Te extrañará que en estas fechas me acuerde de ti, que te escriba; pero estás aún reinando. Los que tenemos ilusión y creemos en todo lo mágico de la vida, y en lo justo de las cosas, nos da este pellizco, este soplo de pensamiento, de que nunca es tarde.
Aún te recuerdo, repartiendo ilusión, regalos, arrojando caramelos por nuestra - perdón, de todos - avenida; todo un mundo de alegría, ¿recuerdas las caras de los niños?.
Pero me he enterado, que tu, el que iba tras una estrella que te guiaba, ahora tienes un proyecto para quitar una estrella, si una estrella que se encuentra en una plaza, en la que los niños - no importa la cantidad, con uno solo bastaría – juegan, disfrutan y acompañado de sus mayores, ante la vista de algún que otro hippy, que toca la guitarra, juega al diábolo o simplemente conversa.
Sabemos que es una rosa de los vientos - no se lo digas a los niños, no les quites la ilusión - pero debe permanecer en esa plaza y esa plaza debe ser de todos, como la ilusión.
Tu que eres "mago", que puedes, dile a quien corresponda, que tu no quieres quitar nada, que tu actúas con legalidad, que no quieres algo que pueda manchar tu historial de "Rey Melchor”. Los niños de hoy, son los mayores del mañana ¿qué les vamos a dejar?, tiene derecho a esas vistas.
El lema de los Reyes gaditanos "ningún niño sin juguetes", actualízalo "Nadie sin esa maravillosa vista de Santa María del Mar".
Querido Melchor, el próximo martes volveremos a la plaza; me gustaría que fueses, y nos cuentes que tu no quieres ilegalidades, que no harás ese estropicio; que continuarán los niños jugando - aunque solo sea uno - sin darse, con sillas y veladores.
Se que no eres quien tiene que dar explicaciones, que son los políticos del desaguisado los que tendrían que hacerlo; pero te lo repito, la ilusión y esperanza nunca se pierde.
Gracias Melchor, nos vemos el próximo martes a las
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