Que mala leche traía, de que forma te cogió; con una velocidad, contraria a tu forma de ser, tranquilo, sin prisas ¿Para que?, si al final vamos a llegar.
Chinto, gracias por estar ahí siempre, sin una mala cara, sin un remilgo. En los años que nos hemos conocido, no te he visto un enfado ni una mala postura. Tu forma de ver la vida desde la tranquilidad y el respeto a los demás, ni tranquilidad ni respeto te ha tenido a ti la vida.
Te dejó que pasases el medio siglo, pero solo unos días; no te dio tregua ni cuartel.
Me lo avisaste "no me operan, no tengo solución" ¿Como no te iba a creer?, a ti, dueño a veces de la incredulidad. Nos has dejado con una gran sensación de vacío, no podíamos imaginar, que con tu gran envergadura física y con tu mayor talla humana, la mutación de unas puñeteras células, cuyo nombre al final no se sabrá, en poco más de dos meses desde que dio la cara, nos privaran de tu compañía.
Poco se entendían ya de tus palabras, de tus intentos de conversación, pero me quedo con el homenaje que de distes a tu mujer, Mery, "Esta muy guapa"; corta pero entrañable, y más viniendo de ti, nunca dando muestras en público de las cosas que siempre considerantes muy personales.
Lo que si te llevastes y la dejastes en la duda, cuando le dijistes a Rosario, "tonta". Tú que reconocistes a Eulogio, que cuando tenías demasiadas visitas, seleccionabas la charla de una u otra ¡nunca dejastes de ser observador!
Solo te pido una cosa, desde donde te encuentres - tus cielos, los paraísos los pintas tú - sigue cuidando de Rebeca, tu hija y por supuesto de Mery, nosotros procuraremos no fallar.
Sé nos quedaron viajes, y otras intenciones en la agenda; pero si de verdad existe una segunda vida, no dudes que todas esos proyectos los llevaremos a cabo.
Chinto, nunca te olvidaremos
Jacinto Aguilera Mariño Tarifa 01-01-59 Cádiz 09-01-10
4 comentarios:
Yo que tú cuidaría el contraste de color del fondo con el color de la letra. Cuesta mucho trabajo leer lo que escribes.
Gracias, lo haré.
descanse en paz el amigo jacinto, pobre mujer e hija, que injusticia. Grande jacinto, alla donde estés.
Me quedo de piedra, mientras leo voy reconociendo de quien se trata, pobre hombre, pobre familia, lo siento por todos. De jovencita compartí buenos momentos con Mery. Bonitas palabras Eulogio; estos revés que da de vez en cuando la vida. DEP.
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